Entrevista Gonzalo Heredia: "La paternidad me cambió todo"  En una charla a fondo con Infobae, el carismático actor habló sobre el deseo de volver a ser padre, su relación con las drogas, la inseguridad y el particular vínculo con los programas de espectáculos. "En el futuro me veo más como productor que como actor", afirmó
-¿Renegaste del título de galán? No me gustaba que me dijeran que era el galán del momento. Es algo como bastante vacío... Después lo empezás a entender. Ahora que me digan galán es un piropo.
-¿Tiene que ver con cómo está plantado uno en ese momento en la profesión? Tiene que ver con lo que uno eligió como forma de expresión. Hay un negocio también en la televisión. La mayor exposición te la da siempre la televisión, entonces tiene que ver con eso. Es muy rentable ser galán. No reniego absolutamente nada de eso, conozco ese negocio.
-Hace unos meses tuiteaste que no es "cool" que los actores en las entrevistas digan que no miran televisión. Es algo que pienso. Es una postura decir: "No miro televisión". Me parece que es una frase tan armada, tan hecha y tan vacía... Hay una confusión con el hábito de ver televisión a no ver televisión. Yo el hábito de ver televisión no lo tengo, pero sí tengo televisión. Sí sé cosas y conozco personajes que pululan o que existen en la televisión o que la misma televisión inventa o crea. No veo el día a día de las novelas, sí veo algunos arranques de algunas o algunos noticieros. Miro mucho fútbol, cualquier partido. Me parece que en un 80% es una postura... Una postura bastante "cool" y me parece bastante estúpida también.
-¿Tenemos una buena televisión? Sí, totalmente. Hay mucha diversidad también. Tiene que existir la diversidad, no somos todos iguales, no todos miramos lo mismo.
-¿Por qué vienen ficciones de afuera que funcionan tan bien? Más allá de la manufactura, de la producción, de los paisajes, de la fotografía y demás, no son actores conocidos. Cuando vos le contás una historia a la gente con actores que no conoce se creen el personaje inmediatamente porque no los conocen.
-¿Influye en esto que los actores estén tan expuestos y el rol de los programas de espectáculos? A veces sí. Cuando lo que vos estás haciendo va bien, la gente supuestamente quiere saber de vos y de tu vida privada. Es un ciclo que se repite incansablemente. Hay un juego con unas reglas que alguien impuso o que el medio impuso, pero no sé donde está escrito. Dentro de esas reglas, que no están escritas pero existen, uno tiene que tener una cintura para seguir siendo uno con sus valores y tratar de no contar cosas que no tenés ganas de contar.
-¿Hay que llevarse bien con la prensa de espectáculos? No importa si yo hablo de mi vida privada o no;,el día que los medios necesiten hablar de mi vida privada, van hablar igual. Es el juego este mediático, estas reglas que no están escritas pero están impuestas. No importa que vos hagas o no hagas, si el medio necesita de eso, lo van a tener, lo van a conseguir.
-¿Te costó aceptarlo? Me costó entenderlo más que aceptarlo. Cada vez estoy más desligado de eso y tengo más comprendida la situación.
-Si la propuesta económica es muy buena, ¿irías a Bailando por un sueño? No sé bailar, pasaría una vergüenza terrible. El día que quiera pasar vergüenza de la cual no pueda volver nunca más y por eso me paguen, ese día puede ser que vaya. Pero por ahora no quiero pasar una vergüenza terrible y que la gente me vea. No quiero estar expuesto a que se rían de mí, por ahora...
-Pero sí lo viste en alguna oportunidad, no decís: "Nunca en la vida vi el programa de Tinelli" Sí, el que dice eso es un mentiroso, yo no le creería a una persona que dice eso.
-¿En qué te cambió la paternidad? En todo. Yo pensé o imaginé que mi hijo me iba a traer muchas respuestas... a no sé qué preguntas. La verdad que me trajo pocas respuestas y muchas preguntas más. No fue negocio para nadie. No te sabría decir específicamente en qué cambié, pero sí estoy más maduro, con los pies más sobre la tierra, más plantado en la profesión, con lo que quiero, con lo que elijo, más seguro también.
-¿Tenés ganas de tener más hijos? Tengo ganas de tener una nena, claro. Creo que moriría de amor. Sí, una mini-Brenda sería mi perdición.
-¿La fidelidad cuesta? No. Es algo que me parece que es edad también. Tiene que ser algo que vos lo elijas todos los días, todo el tiempo... Es algo que se da naturalmente. Lo que cuesta es el día a día con la pareja, la construcción de eso. Pero no porque es tedioso, sino porque es laborioso, es un trabajo de todos los días. Pero los momentos sublimes no los cambio por absolutamente nada.
-¿Cómo te llevás con las drogas? Bien. No las repudio, no tengo ese lugar careta y bajador de línea de: "O haces esto o haces lo otro". Yo soy actor, me gusta ser actor y contar historias. Para eso soy muy curioso.
-¿Qué drogas probaste? Bastantes. Uno tuvo 18 e hizo cosas que su cuerpo le permitía y podía seguir adelante todo el tiempo, sin ningún recibo, ninguna pasada de factura. También me pregunto a veces, cuando mi hijo crezca... siempre alrededor vas a tener, te llega, de algún amigo, un tio o algo. Con respecto a la homosexualidad también. Tengo un hijo varón, me pregunto si el día de mañana... Son cosas que uno se imagina. Soy bastante relajado en ese sentido. No tengo absolutamente nada de miedo y elijo apoyar a mi hijo en cualquier cosa; siempre y cuando haya una conciencia de lo que elija.
-No te molestaría que sea gay. No, para nada.
-Volviendo a la curiosidad con las drogas, ¿nunca se transformó en un problema? No. Si tenés un norte bastante enfocado, una familia y amigos que te contienen, está todo bien. Pero tengo y tuve amigos que la han pasado bastante mal, son ejemplos esclarecedores.
-Ustedes vivieron un hecho de inseguridad en el 2012. ¿En qué cambiaste a partir de eso? Yo tenía una idea bastante romántica de volver al barrio y que mi hijo creciera en ese barrio y demás. La verdad que fue bastante poco inteligente de mi parte, asumo esa responsabilidad.
-¿Me recordás brevemente cómo fue? Estábamos con mi hijo durmiendo la siesta y entraron cuatro personas a mi pieza. Había uno abajo y otro en la puerta, estuvieron 25 minutos en mi ex casa.
-¿Qué se piensa en ese momento? Que querés que se termine. Estaba mi hijo, y te cambia, ya no pensás en vos, pensás en él o en las personas que querés. La persona de barrio ya no es la misma, las cosas cambiaron pese a que uno intente remontarse a esas épocas. El mundo cambia, la sociedad cambia también, pero no culpo a nadie. Fue un hecho delictivo al voleo, creo que le pudo pasar a cualquiera, hay muchos casos. Si me pongo a pensar de esa manera, viviría con una paranoia que la verdad no tengo ganas.
-¿No vivís asustado? No vivo asustado, vivo con más cuidado. Es que vivir asustado es algo terrible, es algo que no elijo. Capaz que seré un negador, un necio, pero no elijo vivir asustado.
-¿Al país cómo lo ves hoy? Es un año muy particular, un año electoral. Hay mucha gente que habla, hay muchos especuladores, muchos conspiradores también. Ahora quizás estoy parado en otro lugar, puedo leer las noticias o saber lo que me traen los medios y demás y puedo poner en duda y hacer un recorte de la actualidad y hacer una verdad mía. Cualquier fanatismo enceguece totalmente. Con el Gobierno hay cosas en las que estoy bastante de acuerdo y cosas que no me gustan, pero no por eso soy kirchnerista o soy opositor. Hablar de política, se habla. No hay una traba o un condicionamiento de algo. Hay una libertad de expresión como nunca se vio.
-¿Tenés definido a quién vas a votar? La verdad que no.
-¿Le crees a los políticos? Por momentos sí, por momentos no. Creo mucho en el trabajo, en cómo se llegó al lugar en el que están. En el recorrido creo, más que en lo que me dicen hoy por hoy. Creo en la revisión histórica de cada personaje.
-Acabas de terminar de hacer Shakespeare por primera vez. ¿Cómo fue la experiencia? Sí, terminamos "Julio César", la verdad que estoy muy contento, fue una experiencia única. Me gustó mucho haber entrado por esa ventana al mundo Shakespeare.
-Ahora estás ensayando otra obra. Yo hace un tiempo produje y actué en "El montaplatos", en 2012, fue la primera incursión que tuve como productor y actor. Esta es la segunda incursión, junto a Jorge Vitti; estamos coproduciendo "En la soledad de los campos de algodón". Es una obra de Bernard Koltès, que dirigió Alfredo Alcón con Leonardo Sbaraglia y Horacio Roca. Son dos personajes: un dealer y un cliente.
-¿Cómo surge esto de ser productor y actor? Es por una cuestión de inquietud, de investigación, de exploración, por adquirir materiales y textos que me conmuevan. Es bastante artístico. No es que soy productor, sino que conozco un material y quiero contarlo, si para eso tengo que producirlo y formar un grupo de trabajo... Eso me gusta, me gusta formar grupos de trabajo más que producir y demás.
-La autogestión permite oportunidades también en una profesión muy inestable y a la vez es una apuesta. Siempre es una apuesta. Cada vez más creo en la autogestión. Hoy por hoy es mi motivación, es lo que me moviliza. Nunca voy a dejar de autogestionarme o autogestionar espectáculos en los que no participe, como "Ladrilleros". Estoy asociado con Fernando Musa. Es una novela de Selva Almada, la queremos llevar al cine. Es una historia de dos familias, como si fueran los Montesco y los Capuleto, en el noroeste argentino y cuenta una historia de amor en sus diferentes formas. Lo primordial no es que yo actúe; es contar la historia. No siempre me meto en proyectos en los que yo tengo que participar como actor.
-¿Te imaginás producir televisión? Es muy difícil, está muy cerrado el negocio. Lo mío es contar historias pero no quiero posicionarme como productor.
-Cuando evalúas estas historias, ¿cuánto importa si van a ser rentables? Vendría a ser el tercer paso. Cuando pienso en un proyecto o pienso en una historia, el segundo o tercer paso es lo rentable. No tengo mentalidad de productor, creo que ellos piensan de otra manera. Si voy con un discurso así a cualquier inversor, no creo que confíen tanto en mí, pero es la verdad.
-¿Dónde te imaginás en diez años? Tendría 43. Me gustaría estar en mi casa, con mi familia, es en el único lugar en el que me siento realmente feliz. Seguramente con más hijos.
-¿En la profesión también te sentís feliz? Sí, la verdad que sí. No sé si me veo como actor, me veo contando historias, ya sea produciendo o escribiendo.
InfobaeDomingo, 17 de mayo de 2015
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