Compromiso escolar y comunitario Un comedor escolar abrió sus puertas en la Secundaria Juan Pablo II del Barrio Florida  Gracias a la gestión de la docente Karina Brommer, la Escuela Secundaria Juan Pablo II cuenta con un comedor que brinda raciones de comida a estudiantes de ambos turnos. El espacio, recientemente habilitado, responde a una necesidad concreta de muchos alumnos del barrio.
La Escuela Secundaria Juan Pablo II, ubicada en el Barrio Florida, habilitó recientemente un comedor escolar destinado a brindar alimentación a estudiantes del establecimiento. El proyecto fue impulsado por la docente Karina Brommer, quien detectó una problemática recurrente: muchos jóvenes del barrio optaban por asistir a otras escuelas debido a la falta de un comedor escolar o de algún tipo de asistencia alimentaria.
Frente a esta situación, Brommer comenzó a gestionar ante el Ministerio de Educación el envío de raciones de comida a través del proveedor TeknoFood. Una vez confirmada la entrega, surgieron nuevos desafíos: la escuela no contaba con cocina habilitada ni con los utensilios necesarios para preparar y servir los alimentos. A partir de allí, la docente inició una tarea paralela para conseguir los elementos básicos, como ollas, cuchillos y tablas, recurriendo tanto a la gestión institucional como a la colaboración de comercios locales. Con el paso de las semanas, algunos negocios comenzaron a realizar donaciones, especialmente alimentos complementarios que permiten enriquecer las comidas servidas. Según explicó Brommer, si bien las raciones provistas son completas, pequeños aportes como carne, verduras o panificados permiten ofrecer un plato más sabroso y nutritivo.
El comedor funciona actualmente tres veces por semana y atiende a entre 40 y 45 estudiantes de ambos turnos. De a poco, los chicos se van acercando, venciendo la vergüenza inicial y participando activamente. "Ya me preguntan si hay comedor ese día", relató Brommer.
El proyecto cuenta con el apoyo de la rectoría de la escuela, que facilitó el uso del espacio y brindó respaldo a las gestiones necesarias. Además, una trabajadora designada por el Ministerio de Coordinación y Planificación colabora en las tareas de cocina. El ministro Olivieri también ha contribuido con algunos insumos, especialmente proteínas como carne o pollo, que suelen ser difíciles de conseguir por donación.
Karina Brommer destacó que si bien llevar adelante el comedor implica una carga de trabajo adicional, lo hace con “muchísimo placer y compromiso”. Considera que se trata de un logro alcanzado con esfuerzo, pero que beneficia directamente a los alumnos y al barrio en general.
Jueves, 25 de septiembre de 2025
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