Dr. Juan José Cilia Espasmo del sollozo  Es una situación que preocupa a los padres. El niño llora intensamente de tal manera que deja de respirar quedando inconsciente durante algunos segundos. Él bebe lleva los ojos hacia atrás y queda flojo, algunos pueden convulsionar, pero la mayoría de las veces estos episodios son benignos y desaparecen con la edad, se los conoce también como espasmos del llanto.
¿Cuál es el mecanismo de producción?
El niño comienza a llorar intensamente por un berrinche, enojo o frustración y detiene su respiración disminuyendo el aporte de oxígeno cerebral. Hay un cambio de coloración de la piel, pálido o azulado. En algunos pocos casos pierde el conocimiento y presenta movimientos convulsivos o pierde el control de esfínteres y se hace pis o caca encima. ¿Qué hay que hacer?
La mayoría de las veces se resuelve en pocos segundos sin ningún riesgo para el niño, en otros casos, puede presentar una convulsión como complicación, requiriendo la atención en el centro de salud más cercano.
¿Cuánto dura el episodio?
El espasmo dura apenas algunos segundos hasta que el niño recupera la conciencia y su respiración es normal.
¿Cuáles son las formas de espasmo del sollozo?
Hay dos formas de presentación:
Forma pálida: esta forma puede presentarse por una experiencia dolorosa como caerse y golpearse la cabeza o un susto. Forma cianótica: él bebe se enoja y llora vigorosamente para luego detener la respiración durante 30 segundos aproximadamente y se pone azulado, pudiendo presentar convulsiones y se pone rígido, luego queda flácido. Los cianóticos son más frecuentes que los pálidos, y un mismo niño puede presentar los dos tipos de espasmos.
¿Cuáles son los desencadenantes?
El desencadenante del llanto es variable, el dolor, un golpe leve en la cabeza, un susto o el miedo son los más habituales, pero también la frustración por no conseguir lo que desea, puede desencadenarlo.
¿A qué edad se presenta?
Son frecuentes entre 6 y 12 meses, despareciendo a los 6 años la mayoría de las veces. Y se calcula que el 7% de la población los ha padecido y pueden ser reiterados
¿Qué estudios se realizan posteriormente?
Es conveniente realizar un análisis de sangre para descartar anemia ferropénica como probable causa y la valoración neurológica realizando un electroencefalograma para descartar un trastorno neurológico, que la mayoría de las veces son normales y se llega a la conclusión de que el niño pueda repetir estos episodios como un ardid para llamar la atención para obtener algún beneficio. Hipócrates nacido 460 años antes de Cristo hace 3000 años los describió y se puede afirmar que no aumentan el riesgo de epilepsia ni de muerte súbita, ni causan deterioro de las capacidades mentales.
Dr. Juan José Cilia. Pediatra MP 1771. Lunes, 7 de noviembre de 2022
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