Todos los años en época de verano nos sorprende la noticia de muerte por ahogamiento de un niño en la pileta o en el rio. La asfixia por inmersión es una de las causas de muerte accidental de niños entre 1 a 14 año y los que tienen mayor riesgo son los niños y niñas menores de 4 años. Como otros accidentes se presenta imprevistamente, pero puede ser prevenido.

¿Cómo hay que proceder en caso de ahogamiento?

Al sacar al niño del agua se lo debe tener en posición vertical mientras se mantienen las vías respiratorias abiertas, lo que ayuda a evitar vómitos permitiendo que el niño se recupere, la mayoría de las personas que se ahogan aspiran pequeñas cantidades de agua, y se recuperan espontáneamente y menos del 6% de las personas rescatadas por guardavidas necesitan atención hospitalaria. Si esta inconsciente luego de sufrir el accidente, pero respira, se lo acostara en el suelo en decúbito lateral, para que elimine el agua aspirada. Si no respira se debe realizar la reanimación cardio pulmonar. El paro cardiaco por ahogamiento se debe a falta de oxigenación por eso debe realizarse respiración boca a boca y masaje cardiaco (compresión torácica) es más importante esta última que la oxigenación, hasta que aparezcan signos de vida (deben realizarse 2 ventilaciones cada 30 compresiones) y tan pronto como sea posible debe ser trasladado a un servicio de emergencia para la ventilación con oxígeno. El riesgo de daño cerebral dependerá del tiempo de falta de oxigenación.