Por Héctor Francisco Rindlisbacher Algunos recuerdos de mi primer año de trabajo en la Escuela de Comercio  Ingresé a trabajar en el Instituto el 6 de marzo de marzo de 1964 como preceptor en el turno de la noche.
Hacía recién dos años que la escuela había iniciado sus actividades como “Instituto Sarmiento”, hoy Instituto: Pbro. Demetrio Atamañuk, pero en esa época era conocido como La Escuela de Comercio.
Mi primer día de trabajo fue en el turno noche y el panorama fue mas o menos el siguiente: funcionaba 1º, 2º y 3º año y en sus aulas ví sentadas a todas personas mayores (con respecto a mí que tenía apenas 20 años). La mayoría trabajaba de día, y asistía a la escuela de noche con el fin de terminar sus estudios, superarse y así mejorar sus condiciones laborales. En el turno de la mañana funcionaba hasta el 4º año porque en 1962 se abrió 1º y 2º, es decir dos años antes. El segundo año fue conformado por alumnos que estudiaban comercial en otra localidad y otros que entraron con equivalencias del Bachiller común como el caso de mi hermana María Teresita, quién se recibió en la primer promoción en 1965.
Me acuerdo muy bien también ese primer día a la mañana: llegué y quién me recibió y me dió la bienvenida fue Don Juancito Gutiérrez Mello, que cumplía la función de vicerrector. Además el Secretario Elvio Juan Cornaló y el preceptor Domingo Jesús Gabardi (Mingo). Más tarde conocí a la Rectora la señorita Farmacéutica Josefina Noemí Balbi. El representante legal era el Padre Demetrio Atamañuk, (a quién yo ya conocía desde cuando era chico, porque él era quién venía a darnos catecismo a la capilla San Ramón)
Ese año yo me sentía una persona importante. ¡Y no era para menos! Tenía trabajo y contaba con el apoyo de la toda la gente que me rodeaba. De a poco fui aprendiendo y me fui perfeccionando, hice numerosos cursos que me ayudaron a desenvolverme cada vez mejor. Siempre me sentí muy bien con mis compañeros que con el tiempo se convietieron en mis amigos.
Quiero nombrar a todos, casi… que me acuerdo de memoria, porque unos de mis primeros trabajos fue hacer la lista de los profesores para la asistencia del personal, con lo cual los tengo siempre a todos muy presentes no sólo en mi mente, si no también en mi corazón y ellos son:
Balbi Josefina Noemí; Albisu Alberto Obdulio; Albisu Moisés Cipriano: Alejandra Von Hartman de Cuadra; Dalbene Héctor O; Di Lelle Susana Beatriz; Dellamea Julio Omar: María Carlota Delgado de Di Pascua; García Ramón Eberto; Gogorza Juan Carlos; Gutiérrez Mello Juan; Ledesma Rafael (Pbro); Balbi de Roteta ; María Celia Roteta; Ilda Esther Kurz de Paim; Bronilda Reyero; Julia Elena Vega; Norma Beatriz Rodríguez; deDahí Abdo Karim; Martínez Roberto (Pbro); Alonso Fermín Cecilio; Bordón Daniel Antonio García de Fernández; ErciliaFolonier Alberto; Fontana Luis Alberto; García de Mendiburo; Carmen Julia .
Quiero hacer una mención especial para don Juancito Gutiérrez, el hombre que apuntaló la escuela en todo momento con su sabiduría, humildad y paciencia, mis mejores recuerdo para él.
Durante mi permanencia en la institución fui preceptor, ayudante de clases prácticas, pero la mayor parte de mis años en la escuela fue como secretario. De los 50 que cumple la escuela estuve en ella casi 43.
Mi último día de trabajo fue el 30 de Junio del 2006, cuando me jubilé. Ese día yo pretendía salir callado y silbando bajito, no por no querer despedirme de mis compañeros, si no, porque no quería emocionarme. Pero cuando estaba saliendo me estaban esperando en la puerta el Representante Legal Miguel Catarineu, Beto, Gustavo, Lila Horacio, Dorita, Peluza, Paulo, Neber y los profesores de la última hora de clases, fue un momento muy cálido y muy lindo para mi. Y estoy muy agradecido de haberlo vivido, porque en definitiva la vida no es más que una acumulación de momentos y cuanto más grato es tu presente, más grato serán tus recuerdos. Por eso, traten cada día de tener un “lindo present”, así de esa manera construirán un “lindo pasado”.
Quería, con estas palabras recordar este primer año en la escuela, pero como podrán imaginarse hay muchas anécdotas e historias para contar. ¡43 años no es pavada! Así que quiénes quieran escuchar un poco más… no duden en preguntarme que con todo gusto les hablaré de nuestra querida escuela de Comercio.
Un abrazo muy grande a todos mis compañeros, y a todo el alumando. Y para vos querido INSTITUTO, sólo me queda decirte ¡FELIZ 50 AÑOS! Lunes, 19 de marzo de 2012
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