José Luis “Chino” Gorbeña Nuestro Monte Caseros A veces tengo la impresión de que los jóvenes, no tienen idea de donde vienen.
Es posible que este sentimiento, lo haya sentido yo mismo en mi juventud, y hoy recién valoro, más o menos, que fueron mis abuelos, padres, amigos, parientes, y siento la necesidad de contarlo.
Puede ser que la vejez, nos llama a ser más reflexivo, y valorar más lo que nos dieron nuestros ancestros. Cada vez que recordamos, principalmente cuentos, repasamos a los familiares y vecinos con los que hablábamos. También, por lo menos me pasa a mi’, que los cuentos de los mayores, se agrandaban en nuestra imaginación juvenil.
Voy a recordar las distintas construcciones que los viejos casereños, levantaron a PULMÓN. Las DAMAS DE CARIDAD, grupo de mujeres, principalmente esposas de comerciantes, ganaderos, maestras, posteriormente la llegada de los ingleses con el ferrocarril, se incorporaron a estos grupos de señoras. Ellas formalizaron una comisión para la atención de los enfermos pobres, llamados de “solemnidad”.En un principio, contrataron mediante el transporte del Ferrocarril,un abono mensualque pagaban al Hospital de la ciudad de Concordia para atender a esos habitantes de Monte Caseros.
En pocos años más convocaron a toda la población, para iniciar la CONSTRUCCIÓN DEL HOSPITAL LOCAL.
Manos a la obra, no pidieron a ningún gobierno, ni fondos, ni subsidios, NADA. Iniciaron su recaudación de fondos mediante lo que en esa época se nominaban LAS KERMESES. ¿Que eran LAS KERMESES?, todas las damas elaboraban comidas dulces, ropas para la casa o para vestir. Todo lo que se les ocurría se ponía en venta y el dinero se juntaba puntillosamente y era para la compra de los materiales para la construcción.
Así la construcción avanzó hasta el final del Hospital.
La llegada del Ferrocarril trajo un médico que proveyó la asistencia del Dr. SAMUEL W. ROBINSON, quien se hizo cargo del hospital,por supuesto en forma honoraria.
Aclaro que a partir de esa mecánica todos los médicos que vinieron a partir de ese momento a Monte Caseros, ninguno cobraba honorario alguno. Tengo que aclarar que cuando se inició el hospital, se incorporó a los servicios y cuidado de atención de los enfermos, cocina, auxilio en cirugía, un grupo de monjas, las que eran de clausura, es decir, no salían del hospital, nunca, ni cobraban emolumento alguno. Eran reconocidas porque llevaban en la cabeza una gran cofia almidonada, con ropaje negro como vestido largo.
Por los datos que recogí, quien construyó el edificio era un Sr. de apellido VINNI.
Los médicos venidos posteriormente hasta 1948 más o menos, tampoco cobraron sueldos. Según mi conversación con Juan Esteban, el médico que venía a los hospitales no debía cobrar ya que sus estudios nacionales, al ser gratis, debía por parte del médico no cobrar HONORARIOS. Tengo un cuento: Juan Esteban vino como médico recién recibido en 1940, más o menos, por supuesto no cobró nunca en el hospital, hasta que la Provincia obligó a los médicos a percibir sus honorario juntamente con el Director , aproximadamente 1950.Traigo el cuento, ya que Juan Esteban, no cobró hasta muchos años después y cuando solicitó sus honorarios jubilatorios con más de 80 años de edad, la Provincia le negó sus haberes porque no habiendo efectuados sus depósitos correspondientes en los años que figuraba en el hospital, estaba debiendo un montón de plata. Lo que ignoraban y tuvimos que solicitar al Ministerio, mediante un papeleo que demostró que nunca había cobrado sueldos.
El Hospital “SAMUEL W. ROBINSON “, es una de las pruebas de los viejos casereños que nada pedían, se sentían fuertes y capaces, HOMBRES Y MUJERES PARA ATENDER SUS NECESIDADES SIN PEDIR A NADIE DE AFUERA.
Te prometo más cuentos del poder de nuestros viejos.
José Luis “Chino” GorbeñaMiércoles, 26 de agosto de 2015
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