Tras cuatro años de matrimonio, Tom Cruise y Katie Holmes podrían llegar a firmar los papeles de divorcio. Casas separadas, control anticonceptivo y una relación basada en las normas legales del contrato prenupcial. Según publica la revista norteamericana In Touch Weekly, una de las parejas más fotografiadas del espectáculo internacional estaría a punto de darle un punto final a su relación debido al estricto itinerario con el que Cruise controla su casa. El primer paso habría sido la mudanza de Holmes a la casa de huéspedes de la mansión, lugar al que su hija Suri tendría prohibido el acceso por expreso pedido de Cruise. Además, la protagonista de Dawson’s Creek habría vuelto a tomar pastillas anticonceptivas para evitar un embarazo no deseado. Semanas atrás, la prensa internacional se hacía eco de la inminente mudanza de Isabella, la hija adoptiva mayor que el actor tiene con su ex mujer, la actriz Nicole Kidman. Al parecer, la adolescente no toleraría más el control de su padre y habría buscado contención en su madre quien, en su momento, también se alejó del actor por la cienciología.