La ruptura de las normas es un tema dominante en la vida de los nacidos el 23 de septiembre. Estos individuos expansivos no se sienten libres para desarrollar su personalidad hasta después de haber luchado para superar las dificultades materiales o formales. Esta lucha suele ser encarnizada, y de hecho continúa después de sucesivas conquistas. La vida de los nacidos este día puede ser una cadena de retos que ellos mismos se exigen afrontar y superar. En este sentido puede definírselos como guerreros espirituales.

Los más evolucionados de los nacidos este día usan los frutos de su lucha para beneficiar a los que los rodean, aunque sólo sea como símbolo viviente de la determinación para vencer a las adversidades. Los menos evolucionados pueden quedar atrapados en conflictos personales (a menudo como consecuencia de su gran vanidad) de los que no necesariamente obtienen resultados positivos. A estos últimos les convendría retirarse del mundo durante una temporada, revisar sus objetivos y finalmente invertir su energía en una causa más productiva.
Los nacidos el 23 de septiembre son capaces de mover montañas. Sin embargo, a veces se hunden en la depresión o atraviesan períodos de baja energía en los que parecen incapaces de hacer el menor movimiento. No tienen nada de holgazanes o vagos; pero son incapaces de fingir entusiasmo, y cuando no se sienten inspirados, prefieren no hacer nada en absoluto a trabajar mal.