Barrio Tiro Ingresaron de madrugada a un comercio y se llevaron garrafas, maquinaria y mercadería  Durante la madrugada del domingo y bajo una intensa tormenta, un delincuente ingresó al kiosco de Ramón Martín Miño y Dora Galarraga ubicado en el Barrio Tiro. Se llevó una cortadora de fiambre, garrafas y mercadería valuada en más de $700.000.
La madrugada del domingo trajo mucho más que una fuerte tormenta a Monte Caseros. Mientras la lluvia caía intensamente, un delincuente solitario aprovechó la oscuridad y el silencio del temporal para irrumpir en el kiosco de Ramón Martín Miño y Dora Galarraga, ubicado en calle Sarmiento del Barrio Tiro, donde llevan trabajando desde hace más de tres décadas.
“Me entraron por el fondo, me abrieron la puerta de atrás y me llevaron de todo lo que pudieron. Fue un trabajo de al menos cuatro horas, todo bajo la lluvia”, contó Martín, visiblemente afectado por el episodio. El ladrón actuó solo, tal como lo muestran las cámaras de seguridad que hay en la zona y fueron puestas a disposición de la policía según lo relató Martín a MonteCaserosOnline. Allí se lo ve entrando y saliendo con bolsas cargadas y elementos pesados, entre ellos una cortadora de fiambre de acero, seis garrafas y gran cantidad de mercadería. El valor estimado de lo robado supera los 700 mil pesos, solo en productos, sin contar el costo de la cortadora, que según Dora “en su momento costó muchísimo, se pagó en cuotas, y estaba en perfecto estado, debe rondar los 4 millones”.
Este no es el primer golpe que sufre la familia. “Es la cuarta vez que nos roban”, lamentó Martín. A pesar de haber reforzado la seguridad del local —colocando rejas tanto en la ventana como en la puerta —, “los ladrones siempre encontraron una manera de entrar”. Esta vez lo hicieron por una puerta trasera que, relatado por Martín, “nadie conoce, nadie sabe que existe”.
“Nosotros vivimos de esto, y cada vez que pasa algo así es como volver a empezar. Duele, pero seguimos. No podemos darnos el lujo de bajar los brazos”, expresó con entereza Dora, quien agradeció profundamente el apoyo de los vecinos: “Nos avisaron cuando vieron fideos tirados cerca del negocio. Si no fuera por ellos, no sabríamos que nos habían entrado, apenas llamaron vine y efectivamente, nuevamente nos habían entrado”.
La policía acudió rápidamente, revisó las cámaras y levantó huellas. Sin embargo, aún no hay detenidos, solo un sospechoso. “La policía hizo todo lo que pudo, estuvieron con nosotros en todo momento. Les agradecemos mucho, porque se movieron rápido”, destacaron.
En medio de la tristeza y la bronca, Martín y Dora apelan a la solidaridad de la comunidad. Aquellos que puedan colaborar, aunque sea con un pequeño gesto, pueden acercarse directamente al kiosco. “Lo que sea es bienvenido. Nos va a ayudar a seguir adelante, porque esto no es fácil. Es nuestro ingreso y cuesta mucho reponerse de algo así”.
A pesar de las pérdidas, el mensaje de la pareja es claro: seguirán de pie, trabajando como siempre lo hicieron. Porque detrás del mostrador no solo hay mercadería, hay una vida entera de esfuerzo, resistencia y dignidad. Lunes, 28 de julio de 2025
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