La antigua casona del barrio de Coghlan, que albergó al músico Gustavo Cerati durante dos años, ya no existe. Allí, donde también funcionó un geriátrico, hoy avanza la construcción de un nuevo edificio y el descubrimiento fue asombroso.


A más de una década de la muerte de Gustavo Cerati, el ícono del rock nacional vuelve a ser noticia por estas horas aunque no precisamente por algún homenaje o aniversario de algunas de las joyitas musicales que dejó como legado.

Lo cierto es que en las últimas horas se encontraron huesos humanos enterrados en la que durante 2001 y 2003 fue su casa en la Avenida Congreso en el barrio de Coghlan, al alquilársela a Marina Olmi, artista plástica y hermana de Boy, quien en los últimos meses vendió la propiedad y allí se levantará un edificio.